lunes, 15 de noviembre de 2010

Presuponer y presupuestar (Parte I)


“Cree el ladrón que todos son de su condición” (1)


El miércoles pasado se trató el presupuesto nacional para el año 2011 y el sector antagonista logró liderar al resto de la oposición en el Congreso Nacional. El presupuesto terminó volviendo a comisión y con escándalo. De ello se pueden extraer dos cuestiones: a) el presupuesto (parte I); y, b) el escándalo (parte II).

a) El presupuesto: Prat Gay de la Coalición Cívica –como antagonista- y Claudio Lozano de Proyecto Sur –como opositor- presentaron proyectos propios de presupuesto. Decir que ambos son unos mamarrachos sería un elogio. Ninguna de esas fuerzas políticas cuenta con los recursos técnicos para elaborar correctamente un presupuesto.

Desde Max Weber sabemos que el funcionario  cuenta con saberes especiales que lo diferencian del político justamente en el hecho de que el conocimiento técnico le brinda poder al funcionariado. El funcionario habita los ministerios como miembro de la burocracia, ahí reside el saber específico y técnico. Sin ese conocimiento es imposible elaborar un documento como el de presupuesto. Para tener una idea, un resumen de un presupuesto cuenta con alrededor de 1.200 páginas (y estamos hablando de un resumen). Es imposible elaborar un presupuesto sin el aparato burocrático especializado. Nunca existió en la historia de Argentina un proyecto alternativo (hasta la fecha) al del presupuesto enviado por el Gobierno.

Lo peligroso del presupuesto elaborado por la Coalición Cívica (la punta de lanza del antagonismo) es que quien lo ha diseñado es un egresado del Colegio Cardenal Newman (de donde egresó el grueso de los funcionarios del PRO), de la Universidad Católica Argentina y trabajó para la banca J.P. Morgan: Adolfo Prat Gay. Es difícil imaginar un presupuesto con concepción de lo social por parte de un (¿ex?) empleado de una banca transnacional que construyó su fortuna a base al comercio de esclavos (2) y otros pecados (3). Me ha sido imposible encontrar los proyectos alternativos, pero no intuyo nada bueno de un tipo que piensa que Argentina debería volver a pedirle préstamos al FMI (4) o que considera que las retenciones deberían caer al 0% y sin segmentación (5).

En el peor de los casos el Gobierno, según la Ley de Administración Fiscal, deberá repetir el presupuesto del año 2010 para una economía que terminará creciendo en un 8%. Es decir, el Gobierno contará con más recursos disponibles por fuera del presupuesto que los que ha tenido en el presente año, aquello que el sector antagonista quería evitar. Esto es porque la ‘irracionalidad’ del discurso antagonista radica en que adquiere cierta autonomía del anclaje clasista al que representa originariamente. Puede que el discurso irracional, en su afán de enfrentar al protagonista, se oponga incluso a medidas del protagonista que redundarían en beneficio de los intereses de las clases que adhieren al discurso antagonista. Es más, puede que la conducta ‘irracional’ termine favoreciendo los intereses del protagonista.






(1) Dicho popular.
(2) Solidaridad.net, “La Banca Morgan se enriqueció a base del comercio de esclavos”, 2005, en http://www.solidaridad.net/articulo2999_enesp.htm 
(3) Millet, Damien y Toussaint, Éric, “El triple pecado de la gran banca privada”, 2010, en http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=8455 
(4) La Nación, “Prat-Gay reclama que se pida otra vez asistencia al FMI”, 2008, en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1079201
(5) La Nación, "Nunca más habrá retenciones", 2009, en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1079201 
Clarín, “Retenciones: nuevos tironeos por el plan de segmentación”, 2010, en http://www.ieco.clarin.com/economia/Retenciones-nuevos-tironeos-plan-segmentacion_0_155100003.html 

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