
Aquellos que reclaman políticas de Estado, integración en el orden internacional y cumplimiento con las instituciones vigentes en el resto del mundo (occidental), deberían girar las miradas hacia la política de Derechos Humanos. Y esto no tiene que ver con deshacerse en elogios por Kirchner como algún lame culos de turno. Los Derechos Humanos tienen que ver con una concepción profunda de la vida. Se podría decir en un sentido cartográfico que los Derechos Humanos son la frontera entre los hijos de re-mil puta y el resto de las personas.
Entonces, retomando la fórmula nietzschana invertida, es posible considerar a éste día como una promesa de la voluntad. Voluntad política, voluntad de justicia, voluntad democrática, voluntad de igualdad social. Voluntad quebrada en el pasado, voluntad de lo que queda por hacer. El horizonte democrático está incompleto, ese espacio debe ser llenado por la voluntad. Antonio Machado diría: hoy es siempre el día de la voluntad.
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